El pasado mes de julio de 2008, se publicaron las anheladas balanzas fiscales por parte del ministro de economía español, el señor Pedro Solbes.
Las comunidades autónomas que más dinero aportan son por este orden: Islas Baleares ( 14,2 % de su PIB ), Cataluña ( 8,7 % ) y la Comunidad Valenciana ( 6,3 % ). Por contra, las más “beneficiadas” por el Estado son por este orden: Melilla ( 34 % ), Ceuta ( 28,6 % ), Extremadura ( 18 % ), Asturias ( 14,2 % ), Galicia ( 8,2 % ), Castilla y León ( 7,6 % ), Cantabria ( 5 % ), Andalucía ( 4,6 % ) y Castilla La Mancha ( 3,5 % ).
La publicación de estas balanzas fiscales por parte del Estado Español, es una reivindicación histórica que desde hace tiempo llevaban reclamando ciertos partidos políticos catalanes.
Una vez hayan salido a la luz todos estos números, se ha puesto el descubierto lo que desde Cataluña ya sabíamos, y es que existe un déficit fiscal alarmante. Es decir, pagamos mucho más al Estado Central que lo que luego recibimos.
Para que se hagan una idea, entre los ejercicios de 2002 a 2005, Cataluña aportó la espeluznante cifra de 13.832 millones de euros que no se le retornaron. Y con los primeros presupuestos del gobierno del PSOE, presidido por Zapatero, esto no ha hecho más que aumentar haciendo crecer esta cantidad hasta 16.735 millones de déficit fiscal.
Traducido en otras palabras, por cada 3 euros que pagan los catalanes, se le retornan 2. Lo que significa unos 2.000 € por habitante al año.
Nosotros entendemos que las comunidades autónomas más ricas, aporten más que las más desfavorecidas. Pero…¿ donde ponemos el límite de la solidaridad ?.
Encontramos estas cifras muy abusivas, y que urge arreglar el actual modelo de financiación. Estas cifras solo hacen crear desigualdad y malestar.
Las reacciones no se hicieron esperar. El presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara ( muy al estilo de su antecesor Rodríguez Ibarra ), ya había asegurado días antes de la publicación de las balanzas, lo encontraba “inmoral” e “injusto”. También amenazó con “verse las caras” con los catalanes, si alguien tocaba una sola coma del financiamiento, que les permite vivir con estos beneficios.
En muchos casos, este déficit fiscal permite a comunidades con superávit, garantizar unos servicios mucho mejores, que las que aportan más al Estado. Sin ir más lejos, la Consejera de Educación de la Junta de Extremadura anunció para este curso adquirir 67.000 ordenadores, lo que supone un ordenador por alumno.
También aprobó una ayuda a fondo perdido para familias y estudiantes, de cara a que puedan comprar equipos informáticos particulares y subvencionar el acceso a Internet, tanto de los mismos estudiantes como el de sus familias. Unas estadísticas que contrastan con las de Cataluña.
¡Para qué luego se diga que los catalanes somos insolidarios!.
